A diferencia de un adulto, la piel del recién nacido es más delgada y susceptible al medio ambiente, tiene menor cantidad de vello y las uniones entre las distintas capas son más débiles; por ello, durante los primeros meses de vida es común que se presenten reacciones como:
1. Miliaria o salpullido
Se da principalmente en los recién nacidos, debido a la obstrucción de los conductos sudoríparos, lo que produce “burbujas pequeñas” de sudor, que por su alta concentración de cloruro de sodio (sal), generan irritación y comezón.
Los motivos de esta retención son el aumento de temperatura o el ambiente húmedo.
Manifestación:
- Aparecen pápulas o granitos rojos en la frente, el cuello, tórax, los pliegues y las partes cubiertas; brotan y al desaparecer, dejan una descamación fina y sin cicatrices.
Para evitarlo, mantén a tu hijo en un ambiente seco y fresco, dale baños con agua sin jabón cuando se encuentre muy acalorado y aplícale talco o almidón.
2. Costra de leche o dermatitis seborreica
Es la escama, lámina o capa que aparece principalmente en el cuero cabelludo en los primeros tres meses de vida. Se debe a un aumento en la producción de grasa por influencia hormonal de la mamá durante el embarazo.
Esta escama es oleosa o aceitosa, de color amarillento y puede tener diferentes formas o tamaños; no produce síntomas de molestia y tiende a desaparecer sola.
Tip: Si ves que la presenta, unos minutos antes del baño, ponle aceite de almendras dulces para tratar de desprenderla poco a poco. Usa un shampoo con ketoconazol y crema con clioquinol dos veces al día.
3. Dermatitis de pañal o rozadura
Se da principalmente en las partes cubiertas por el pañal y se acentúa en los genitales, el abdomen y las nalgas. Conocida comúnmente como “rozadura”, puede ser de tres tipos:
- Leve: Enrojecimiento con o sin escamas
- Moderada: Granos
- Severa: Úlceras o erosiones
Causas
Suele pensarse que sólo se produce por la irritación que provoca la orina sin embargo, más factores como la humedad o los cambios en la acidez de la piel agravan el problema.
Principalmente, la humedad aumenta la fricción y la penetración de sustancias irritantes que en combinación con el calor, favorecen el crecimiento de microorganismos.
El amonio de la orina sólo es el causante de la irritación, no de la reacción cutánea mientras que por su parte, las heces que contienen elevados niveles de enzimas lipasas, constituyen el principal estimulante en la ruptura de algunas proteínas de la piel.
Para evitarlas
- Procura mantener fresca la zona del pañal (déjala descubierta el mayor tiempo posible), evitando que los poros se tapen y provoquen humedad
- No ajustes demasiado el pañal, sobre todo durante la noche, ya que es importante dejar que el aire circule
- Cámbialo en cuanto se ensucie, para que no tenga contacto prolongado con las heces
- Si toma leche antes de dormir, es recomendable ponerle uno nuevo a media noche
- Si usa de tela, lávalos con jabón de pasta y evita el detergente y los suavizantes. Después remójalos en agua con vinagre (1 cucharada por cada litro de agua) por 30 minutos y no los enjuagues
- Límpialo con agua y algodón para prevenir reacciones a toallas limpiadoras y aplica pomada protectora
En general, estas medidas mejoran la rozadura de forma notoria en 2 o 3 días, de lo contrario acude con el pediatra o con un dermatólogo.