Origen e historia
Uno de los primeros evangelizadores, el fraile agustino
Diego de Soria, solicito autorización al Papa para celebrar nueve misas
en los días anteriores a la Navidad para celebrar el nacimiento de
Cristo como el verdadero sol y luz del mundo, a lo que el Vaticano dio
dicha autorización. Esto debido a que los naturales celebraban por las
mismas fechas, una importante fiesta en honor del nacimiento del dios de
la guerra, Huitzilopochtli;1
por lo que los agustinos promovieron la sustitución de personajes y así
desaparecieron al dios prehispánico y mantuvieron la celebración,
dándole características cristianas; siendo este un ejemplo más del
sincretismo religioso en México.
La práctica de las posadas mexicanas, de origen español, se originó en el poblado de San Agustín Acolman, al noroeste de la Ciudad de México, pues fue uno de los primeros lugares donde se establecieron estos religiosos para realizar su tarea evangelizadora.
En 1587, fray Diego de Soria obtuvo del Papa Sixto V la bula autorizando la celebración en el Virreinato de la Nueva España de unas Misas, llamadas de aguinaldo del 16 al 23 de diciembre y que se realizarían en los atrios
de las iglesias. Junto con las misas se representaban escenas de la
Navidad. Luego de la Misa se realizaban festejos con luces de bengala,
cohetes, piñatas y villancicos.
En el siglo XVIII, la celebración, aunque no dejó de realizarse en
las iglesias, pasó a tomar más fuerza en los barrios y en las casas, y
la música religiosa fue sustituida por el canto popular.
La Novena de Aguinaldos
colombiana fue creada por Fray Fernando de Jesús Larrea nacido en Quito
en 1700 y quien después de su ordenación en 1725 fue predicador en
Ecuador y Colombia. Fray Fernando la escribió por petición de la
fundadora del Colegio de La Enseñanza en Bogotá doña Clemencia de Jesús Caycedo Vélez. Muchos años después, la religiosa de La Enseñanza, la madre María Ignacia la modificó.
De la evangelización representaron en las posadas el peregrinar de José y la Virgen María a su salida de Nazaret en camino a Belén para empadronarse en el censo ordenado por César Augusto y posteriormente, el nacimiento de Jesús.
Esta representación se conforma de nueve posadas, que se inician el 16
de diciembre y consiste en solicitar alojamiento en ese simbólico camino
a Belén hasta el día 23 de diciembre, víspera del nacimiento de Jesús. Durante este peregrinar se hacen notar las penurias por las que tuvieron que pasar hasta encontrar alojamiento en la cueva de Belén.
Tomando como referencia varias traducciones de la Biblia, la palabra "posada" proviene del vocablo griego katályma
que traduciendolo significa albergue u hospedaje, pero en el Griego
Bíblico toma otro significado, el de habitación o cuarto; una parte
reservada dentro de una casa.
La piñata para la posada es una construcción artesanal hecha con barro y papel.
De acuerdo a la tradición religiosa adoptada en España y posteriormente en América en el siglo XVI,
la piñata debe ser en forma de estrella con siete picos, cada pico es
un pecado capital y los dulces o frutas que de ella salen al quebrarla,
simbolizan las bendiciones que reciben todos aquellos que participan.
Se debe de romper con un palo que representa la fortaleza y fuerza de
Dios por alguien que por ensayo y error con los ojos vendados, en
representación de la fe ciega en Dios, logre atinarle y quebrarla. Al
romperse caen muchos dulces y/o frutas con las que estaba rellena, que
representan las recompensas y dones por vencer al pecado.